sábado, 25 de marzo de 2017

Ignórenme

Hay momentos tan buenos que lo único que deseamos es que sean infinitos, suena tan cliché, pero claro que me pasa; el único momento tan bueno que deseo que no termine, es la lluvia. Donde vivo hay sólo una temporada la que llueve, entre finales de mayo, junio, y parte de julio, ahí puedo esperar toda la lluvia que sea, toda el agua, el frío y los truenos que sean, pero cuando llueve por ejemplo como hoy que estamos a 23 de marzo, es una completa y maldita bendición, un placer tan exuberante que no quiero que acabe nunca. El problema con ello es que sólo logro pensar en que en definitiva va a terminar, y a veces no lo disfruto ni aprovecho como debería y es nuestro maldito problema, cuando tenemos algo que sabemos que va a terminar, pensamos tanto en el final que no lo aprovechamos teniéndolo en su máxima expresión, provocando así sólo adelantar el periodo de termino por culpa de inseguridades, de comentarios malos o cualquier otra cosa; << Ésto en caso distinto al mío >>. 

La lluvia sé que en definitiva va a terminar en algún momento, más aún pensándolo no llegaría a adelantarse el periodo de finalidad, es un excelente ejemplo también en como podemos manejar los comentarios de otras personas, "mientras menos influencia tenga el comentario sobre nosotros, menos nos afectará" << Yo no tengo ninguna influencia sobre la lluvia, la lluvia va a durar todo el tiempo que ella quiera o pueda, yo no la afecto >> Me gusta creer ésto, por la simple razón de que no doy pie a que logren controlarme, soy una persona única y lo que pase a mi alrededor no es cosa mía totalmente.

Un sueño que tengo no tan complicado de cumplir es vivir en un lugar donde nunca deje de estar el clima húmedo, que llueva mucha parte del tiempo y que la flora sea súper grande y distinta. En definitiva es mi escape, y necesito escapar: Vivo en la ciudad, justo en el centro de la ciudad, digamos que los días son un verdadero desastre esté como esté el clima, sea como sea la circunstancia y sea la fecha que sea, es verdad que la vida de ciudad nunca se detiene, es verdad que la vida de ciudad es el infierno y la reducción de la muerte, que a veces lo pienso y no es un verdadero problema morir pronto, es al contrario, algo bueno en éste caso donde todo puede herirte.

Ya no quiero que me hieran, ya no quiero herirme yo.

Una petición clara, a las personas que me lean, de verdad me encantaría que dejaran un comentario, o al menos una reacción, si pudiesen compartir el blog, algún escrito, sería verdaderamente acogedor para mí, ayudarían un alma en pena sólo con saber que está siendo escuchada.

Gracias.


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